En realidad la ensalada la hice con Brevas.
Habréis oído el dicho "de higos a brevas". Se usa para decir que algo ocurre pocas veces porque la cosecha de higos y la de brevas casi transcurre un año.
Las brevas se recogen entre junio y principios de julio y los higos a final de agosto y principios de septiembre. En realidad, las brevas son higos que no han madurado por la llegada del frío y permanecen todo el invierno en forma de yemas. Con el calor de principios de verano madurarán.
He puesto en la ensalada queso de oveja curado, pero si queréis hacer una ensalada templada se puede poner queso de cabra caliente.
Ingredientes:
- Canónigos.
- Higos.
- Nueces.
- Queso de oveja curado.
- Manzana.
- Aliño: Aceite de oliva virgen, vinagre de manzana, miel, sal y pimienta.
- Ponemos los ingredientes distribuídos en platos individuales.
- En un bol pequeño ponemos el vinagre, el aceite, la sal, la pimienta y la miel. Emulsionamos todo con unas varillas de batir o un tenedor. Aliñamos y servimos.
"Los libros son hijos de los árboles, que fueron el primer hogar de nuestra especie y, tal vez, el más antiguo recipiente de nuestras palabras escritas. La etimología de la palabra encierra un viejo relato sobre los orígenes. En latín, liber, que significaba «libro», originariamente daba nombre a la corteza del árbol o, para ser más exactos, a la película fibrosa que separa la corteza de la madera del tronco. Plinio el Viejo afirma que los romanos escribían sobre cortezas antes de conocer los rollos egipcios. Durante muchos siglos, diversos materiales —el papiro, el pergamino— desplazarían a aquellas antiguas páginas de madera, pero, en un viaje de ida y vuelta, con el triunfo del papel, los libros volvieron a nacer de los árboles.
(...) Para los romanos, liber no evocaba ciudades ni rutas comerciales, sino el misterio del bosque donde sus antepasados empezaron a escribir, entre los susurros del viento en las hojas. También los nombres germánicos —book, Buch, boek— descienden de una palabra arbórea: el haya de tronco blanquecino.
En latín, el término que significaba «libro» sonaba casi igual que el adjetivo que significaba «libre», aunque las raíces indoeuropeas de ambos vocablos tenían orígenes distintos. Muchas lenguas romances, como el español, el francés, el italiano o el portugués, han heredado el azar de esa semejanza fonética, que invita al juego de palabras, identificando la lectura y la libertad. Para los ilustrados de todas las épocas, son dos pasiones que siempre acaban por confluir.
Aunque hoy hemos aprendido a escribir con luz sobre pantallas de cristal líquido o de plasma, todavía sentimos la llamada originaria de los árboles. En sus cortezas estamos redactando un disperso inventario amoroso de la humanidad."
Una canción:
Y como la propuesta ha sido un libro sobre libros, ahora una canción sobre libros también.
“Todo, todo, todo está en los libros.” Fue la intro del programa cultural “Negro sobre blanco” (TVE-1982), dirigido por Fernando Sánchez Dragó; pero la canción (letra, Jesús Munarriz; música, Luis Eduardo Aute; voz, Carmen Machado) no figura recopilada en ningún disco. Yo conocí la canción cantada por Aute, pero no la encuentro en Youtube ni en Spotify. Voy a poner una versión instrumental cantada por Chistian Graría, que es lo único que he encontrado.
Gracias a Chistian Graría por rescatar la canción. A mí siempre me recordará a Luis Eduardo Aute. Si no está en ningún disco, supongo que la escuché en algún concierto suyo o si la cantó en televisión alguna vez.