Pocas veces me meto en la cocina para hacer croquetas, y suelen ser los días previos a la navidad. Eso sí, cuando hago croquetas, hago croquetas.
Llevo unos cuantos años probando recetas para dar con la croqueta de jamón perfecta. Las he hecho más y menos espesas, con el jamón frito y crudo, cociendo jamón en la leche y sin hacerlo...Un año me salió la masa tan salada que tuve que hacer más bechamel sin jamón y mezclarla. Dos veces tuve que añadir bechamel hasta que quedaron suaves. Ese año hice croquetas para parar un tren😂
Bueno, a lo que voy, creo que he dado ya con la receta perfecta y por eso la cuelgo en el blog. Esta receta, con apenas cambios, es la fórmula que escuché en la radio a Martín Berasategui y la que recomienda David de Jorge.
Ya digo que hago pocos cambios porque esa receta es muy buena. No es una forma rápida de hacer croquetas porque uno de los secretos para que quede tan cremosa es hervir y reducir leche para que pierda agua y se concentre. Eso requiere una poquita paciencia, pero merece la pena. Utilizo la mitad de los ingredientes.
Otra cosa que cambio es que paso por la sartén los trocitos de jamón. No dejo que se frían, lo único que hago es darles unas vueltas para que pierdan el aspecto crudo y desprendan más sabor. A los pocos minutos de tenerlas en la sartén empiezan a desprender olorcico a jamón, entonces los añado a la bechamel.
Es mejor que hagáis la masa de las croquetas el día anterior a formarlas porque tiene que estar bien fría.
La fórmula de estas croquetas sirve para otros sabores.
Siempre congelo las croquetas, primero porque las hago con antelación y mucha cantidad, y segundo, porque así se fríen mejor.
Ingredientes:
Para unas 30 croquetas:
- 1.5 l de leche entera.
- 35g de cebolla.
- 35g de mantequilla.
- 35g de aceite de oliva virgen extra.
- 115g de harina de todo uso.
- 1 huevo cocido.
- 15g de jamón a trocitos.
- Para el rebozado:
- 2 huevos batidos.
- Harina.
- Pan rallado.
Elaboración:
- Pondremos el litro y medio de leche entera a cocer con fuego no muy alto hasta que reduzca. Cuando tengamos un litro ya la podemos utilizar.
- En una cacerola pondremos la mantequilla y el aceite y sofreiremos la cebolla hasta que quede trasparente.
- Añadiremos la harina y le iremos dando vueltas con una cuchara de madera durante unos cuantos minutos para que no sepa a cruda.
- Añadiremos la leche caliente poco a poco dando vueltas con unas varillas para que se vaya integrando. Coceremos esta bechamel unos 10 minutos (o un poco menos) a fuego bajo.
- Batiremos la mezcla con la batidora para que se quede una mezcla suave y no se note la cebolla.
- Colocaremos la bechamel en un recipiente con el fondo untado con aceite y lo taparemos con un film de cocina "a piel" para que no se forme costra. Lo meteremos en la nevera y formaremos las croquetas al día siguiente.
- Dispondremos tres recipiente, uno de harina, otro de huevo batido y otro de pan rallado.
- Con ayuda de dos cucharas iremos tomando porciones de masa y les daremos un poco de forma (no os preocupéis por dar buena forma, eso lo haréis una vez quede impregnada de harina la masa) y la pasaremos por harina.
- Daremos forma con las manos a la croqueta y la pasaremos por huevo y pan rallado.
- Es importante que cada producto impregne bien toda la superficie.
- Dispondremos las croquetas sobre un plato o fuente que quepa en el congelador y dejaremos que se congelen antes de introducirlas en una bolsa de congelados.
Un libro:
Cuando recomiendo un libro por aquí siempre lo he terminado, pero hoy recomiendo uno que estoy leyendo ahora y que me está gustando mucho.
Se trata de un libro que recoge las cartas y dibujos que JRR Tolkien escribió a sus hijos mientras fueron pequeños. Es un libro precioso y entrañable.
El papá que era Tolkien empezó a mandar cartas haciéndose pasar por Papá Noel a su hijo mayor John cuando tenía años. Las cartas se repitieron año tras año durante veinte a lo largo de la infancia de sus otros tres hijos.
Las cartas estaban escritas con letra temblorosa porque Papá Noel era viejo, tenía frío y temblaba. También iban acompañadas de dibujos. También diseñaba los sobres, sellos y matasellos. Algunas cartas llevaban la letra grande del Oso del Polo Norte, que era ayudante de Papá Noel o la elegante del elfo Ilbereth.
La primera edición de este libro es de 1976.
Cualquier amante de Tolkien apreciará este libro que descubre al papá cariñoso que debió ser.
Una de las cartas dice así:
Casa del Acantilado, Cima del Mundo, cerca del Polo Norte.
Navidad de 1925
Mis queridos chicos:
Este año tengo muchísimo trabajo (sólo de pensarlo la mano me tiembla todavía más que de costumbre) y poco dinero. Lo cierto es que han pasado cosas atroces y se han estropeado algunos de los regalos que tenía listos. Además, no está el Oso Polar para ayudarme y me he visto obligado a mudarme de casa justo antes de Navidad, así que, imaginaos cómo está todo. Ahora entenderéis por qué he cambiado de dirección y por qué mando una misma carta a los dos.Ocurrió lo siguiente: un día muy ventoso de noviembre, se me fue volando el gorro y se quedó colgado de la cúspide del Polo Norte. Le dije que no lo hiciera, pero el Oso Polar se empeñó en subir a buscarlo...y lo hizo. Pero el Polo se rompió por la mitad y cayó sobre el tejado de mi casa. El Oso Polar, por su parte se coló por el agujero que se había hecho y apareció en el comedor con el gorro puesto en el hocico. Toda la nieve del tejado resbaló y acabó dentro de la casa; se derritió y apagó todos los hogariles, y el agua llegó hasta los almacenes donde tenía ya guardados varios regalos de este año. Además, el oso Polar del Norte se rompió la pata. (...)