Musaka de champiñones

abril 06, 2020

Una conocida maldición china dice: "Ojala te toque vivir tiempos interesantes". No sé qué dioses habrán mirado mal o estarán jugando con el planeta Tierra, pero aquí estamos, más de millón y medio de personas confinadas, muchísimas infectadas, miles de muertos y los sistemas sanitarios desbordados. Si eso no son tiempos interesantes...

Pues bien, la receta de hoy no es de las de "salir pitando a trabajar", no,  es un poquito más elaborada. No es difícil, pero hay que dedicarle su tiempo. También os digo, merece la pena hacerla porque está muy rica. Es un plato para un lunes sin carne, por ejemplo. Vamos a darle una oportunidad al planeta, o qué, porque del cambio climático estamos sobradamente advertidos como lo estábamos de la posible llegada de una enfermedad X. 

Entre las 10 amenazas que la OMS preveía en 2019 aparecía una llamada "Enfermedad X", que representaba la necesidad de prepararse para un patógeno desconocido que podía causar una grave epidemia. ¿Sabéis de algún país de la Unión Europea que se haya preparado para enfrentar esta enfermedad? España desde luego que no. A las pruebas me remito. Recortes en sanidad, recortes en educación, recortes en investigación...pues nada, aquí estamos luchando con escasos medios. Si sirve para que tomemos conciencia de todas las carencias que tenemos y les pongamos remedio, al menos la pandemia habrá servido para algo. De momento estamos metidos de lleno en el desastre. Peleando.

Para mí el covid-19 ha quedado asociado a la música de Patti Smith. Conocía poco a esta artista, apenas unas pocas canciones, las que conoce todo el mundo. En la primera o segunda semana de Marzo leí una entrevista que le hicieron a Coque Malla y, entre otras preguntas, había una sobre cuál era el libro que había leído y pensaba volver a leer, contestó que "Éramos unos niños" de Patti Smith. Como me suelo "dejar llevar", me decidí por esta autobiografía. Y leyendo este libro, y escuchando las canciones de Patti Smith me alcanzó lo que sea que haya tendido. Me hicieron la prueba y di negativo, pero en el Centro de Salud me trataron como "sospecha de posible enfermedad infectocontagiosa" porque tenía bastantes síntomas de infección por coronavirus. Después de la obligada cuarentena, ya estoy trabajando. 

Y a lo que iba, que divago, que tenemos que disminuir el consumo de carne por nuestro bien. Y esta es una buena receta para hacerlo.




Ingredientes: Para 4 personas.
  • 600 g de champiñones portobello (podéis sustituir parte de ellos por setas congeladas, aunque le dan mejor sabor la textura es más "babosa").
  • 1 cebolla mediana.
  • 2 dientes de ajo grandes.
  • 8 cucharadas soperas de tomate frito.
  • Un chorrito de coñac (opcional).
  • 3 berenjenas grandes o 4 medianas (os sobrará un poco).
  • Aceite de oliva virgen.
  • Queso de oveja curado (Entrepinares), para gratinar.
Salsa bechamel:
  • 50 g de mantequilla.
  • 3 chucaradas de harina integral.
  • Unos 500 ml de leche entera.
  • Sal, pimienta y nuez moscada. 

Elaboración:
  1. Calentamos el horno a 200ºC.
  2. Cortamos las berenjenas en rodajas como de medio cm. (yo uso una mandolina).
  3. Disponemos las rodajas en una bandeja con papel de hornear, les ponemos un poco de aceite y las hacemos en el horno hasta que estén blandas (cuidado porque pueden quemarse). 
  4. Mientras vamos haciendo la berenjena prepararemos el sofrito.
  5. Cortaremos en trocitos pequeños los ajos y la cebolla. Añadiremos los champiñones laminados no muy gruesos. No dejaremos que se hagan en exceso para que conserven buena textura. 
  6. Cuando los champiñones estén hechos añadiremos un chorrito de coñac y daremos unas vueltas en la sartén hasta que se evapore.
  7. Agregaremos el tomate frito y reservaremos la preparación. 
Salsa bechamel:
  1. Pondremos en una cacerola la mantequilla.
  2. Cuando se derrita la mantequilla le agregaremos la harina. Removemos y dejaremos que la harina absorba toda la mantequilla.
  3. Añadimos la leche fría, coceremos la salsa a fuego lento y removiendo con unas varillas constantemente para que no se formen grumos.
  4. Es preferible poner bastante leche y que se vaya espesando a base de cocer, así quedará mucho más cremosa. Tiene que quedar algo espesa pero no en exceso.
 Montaje:
  1. En una fuente para el horno colocaremos una capa de champiñones, sobre ella las láminas de berenjena y encima una capa de bechamel.
  2. Repetimos: champiñones, berenjena y bechamel. Las capas de berenjena, generosas, como enseño en la fotografía. 
  3. Pondremos unas rodajas de berenjena para adornar y una capa fina de queso rallado por encima.
  4. Calentamos el horno a 190ºC y cocemos la lasaña unos 35 o 40 minutos. Dejaremos que se gratine el queso. 



Un libro:
La autobiografía de Patti Smith de la que he hablado al principio se titula "Éramos unos niños" publicada en el año 2010, habla sobre el amor, la amistada y la formación de dos artistas, Patti Smith y Robert Mapplethorpe. Se conocieron en junio de 1967 y su amistad duró hasta la muerte del fotógrafo en 1989.

Patti Smith es poeta y, aunque al principio se resistió un poco, fue mediante la música como ha dado a conocer su obra. 

"Nací un lunes, en el North Side de Chicago durante la gran nevada de 1946. Me adelanté un día, porque los niños nacidos en la víspera de Año Nuevo salían del hospital con un frigorífico nuevo. Pese a sus esfuerzos por no dejarme salir, mi madre comenzó a tener fuertes dolores de parto mientras el taxi atravesaba a paso de tortuga la ventisca que azotaba el lago Michigan. A decir de mi padre, nací larga, flaca y aquejada de bronconeumonía, y él me mantuvo con vida sosteniéndome sobre una bañera humeante."

Una canción:
El disco que más he oído de esta cantante y escritora es Horses, su primera álbum publicado en 1975. Fue uno de los más importantes de la música punk de Nueva York.

La primera canción del disco es Gloria, una versión de la canción de Van Morrison que fusiona con uno de sus poemas. Empieza con una frase del poema que dice así:  «Jesús murió por los pecados de alguien pero no por los míos». La autora dice en su libro: "Lo había escrito hacía unos años como una declaración existencial donde me comprometía a responsabilizarme de mis actos. Cristo era un hombre contra el cual merecía la pena rebelarse, porque él era la rebelión".







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