Tarta de coco
abril 21, 2018
Hace unas semanas estuve en París. Allí las pastelerías parecen joyerías y es difícil resistirse a la tentación. Una tarde, después de haber caminado bastante, compramos un trozo de lo que allí llamaban "Tarte à la noix de coco". Estaba muy rica y pensé que a la vuelta intentaría hacerla.
Creí que la tarta podía gustarle a Ana, una compañera mía que es guapa por dentro y por fuera, y que en navidad me dijo que le gustaban los coquitos, así que la llevé al hospital para que la probara. No era la primera tarta que hacía, a la planta ya llegó una versión mejorada. La primera la hice en casa, que suelen ser mis conejillos de indias, y quedó bastante sosa. El problema es que quise hacer una tarta con un sabor similar a la que probé en París pero un poco más saludable y ya os comenté en la entrada anterior que hacer dulces sin azúcar y harina blancas es bastante complicado.
Total, que usé para endulzarla La crema de dátiles de la entrada anterior. Utilicé harina blanca porque me había quedado sin integral, pero creo que el resultado será similar porque lleva muy poca. Si la repito usaré la integral y editaré la receta.
Recubrí la tarta con una cobertura de chocolate 80% , nata y mantequilla. El chocolate con tanto porcentaje de cacao no se comporta igual que los que se usan normalmente en las coberturas, que son del 55%. No esperéis que os quede una cobertura brillante porque la mezcla queda poco homogénea y mate. Lo que tenéis que hacer es dejar que se temple y, cuando adquiera textura cremosa, la extendéis por toda la superficie.
Una cosa, a Ana le gustó la tarta, y a los otros compañeros que la probaron, también. Besicos, Ana, que te voy a ir haciendo hueco para traerte conmigo :)
Ingredientes: Para un molde de 15 cm.
- 150 g de coco rallado.
- 200 g de Crema de dátiles.
- 3 huevos grandes.
- 60 g de harina.
- Una pizca de sal (más bien dos).
- 90 g de mantequilla a temperatura ambiente.
- El contenido de una vaina de vainilla.
Cobertura:
- 40 g de chocolate negro (cuanto más negra menos homogénea la cobertura, pero con menos azúcar).
- 40 ml de nata para montar.
- 10 g de mantequilla.
Elaboración:
- Untaremos bien con mantequilla los laterales de un molde desmoldable y colocaremos en el fondo papel de horno.
- Precalentaremos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Con una batidora de varillas mezclar el coco con la mantequilla.
- Agregar uno a uno los huevos.
- Añadir la sal y la vainilla.
- Incorporar la crema de dátiles.
- Mezclar todo bien.
- Meteremos la masa en el molde, daremos unos golpes sobre la mesa para asentarla bien y la coceremos a 180ºC durante unos 30-35 minutos.
Un libro:
El coco suena a aventura. Piratas, islas del tesoro...
Os propongo una libro que se publicó hace un par de años y que recoge todas las aventuras de Pippi Calzaslargas. Algunas de las historias hoy no se podrían publicar por incorrectas (tenía una pistola, por ejemplo) pero lo importante de estos libros es que presentan un personaje femenino fuerte y valiente. Aunque la autora, Astrid Lindgren, inventó al personaje en 1941 para su hija no lo plasmaría en papel hasta dos años después y se publicaría en 1945.
Conocí a Pippi gracias a la serie de TV yo tenía 8 años y Pippi se convirtió en mi heroína. Era un espíritu libre y con ella se podían vivir grandes aventuras. Pues bien si no conocéis a este personaje os preguntaréis a santo de qué lo relaciono con la tarta de coco. Pues porque el padre de Pippi era Pirata y ella también quería serlo cuando fuera mayor.
Un párrafo en el que la maestra reprende a Pippi porque se ha comportado con poca educación en una merienda a la que asiste con sus amigos:
—Oye,
Pippi —dijo amablemente—, supongo que querrás ser una verdadera señora cuando
seas mayor, ¿verdad?
—¿Se
refiere usted a esas que llevan un velito encima de la nariz y tres sotabarbas
debajo de ella? —preguntó Pippi.
—Me
refiero a las que siempre saben cómo deben comportarse y nunca dejan de ser
correctas y bien educadas. Tú querrás ser una de esas señoras, ¿no es cierto?
—Tengo
que pensarlo —dijo Pippi—. Pero oiga una cosa, profesora: yo decidí hace poco
ser pirata cuando fuera mayor. —Estuvo un momento pensativa y añadió—: Dígame:
¿se puede ser pirata a la vez que señora bien educada? Porque entonces…
La
maestra le dijo que no podía ser.
—¡Pues
vaya un conflicto! —se lamentó Pippi—. No sabré por cuál de las dos cosas decidirme.
La
maestra dijo que, decidiera lo que decidiese, no estaría de más que aprendiera
a comportarse como es debido, porque el comportamiento de Pippi en la mesa era
inadmisible.
—¡Qué
difícil me va a ser aprender eso! —suspiró Pippi—. ¿Puede usted decirme las
reglas más importantes?
La
maestra lo hizo lo mejor que pudo, y Pippi la escuchó atentamente… No debemos
servirnos hasta que se nos invite a hacerlo; no se debe coger más de un dulce
de una vez; no se debe comer con el cuchillo; no debemos rascarnos mientras
hablamos con otras personas; no se debe hacer esto ni lo otro…
Pippi
asintió, pensativa.
—Me
levantaré una hora antes todas las mañanas y haré prácticas —dijo—. Así me iré
acostumbrando para el caso de que decida no ser pirata.
La
maestra dijo entonces que ya era hora de regresar. Todos los niños se pusieron
en fila, excepto Pippi, que se quedó sentada en el césped con un gesto de
atención, como si escuchara algo.
—¿Qué
pasa, Pippi? —preguntó la maestra.
—Profesora
—dijo Pippi—, ¿a las señoras educadas puede gruñirles el estómago?
Volvió
a prestar atención y añadió al fin:
—Porque
si no puede ser, tendré que decidirme por la piratería.
Fragmento del cuento: "Pippi va de merienda con los alumnos del colegio"
Una serie de TV:
Por supuesto, Pippi Calzaslargas.
Pippi Langstrump, como la conocimos en España fue una serie de TV sueca de 1969 dirigida por Olle Hellbom. Se rodó en 1968 en la isla de Gotland y tenía 13 capítulos. Aquí se estrenó en 1974.
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