Ensalada de peras y queso azul

junio 21, 2020

Mi propuesta de hoy es una ensalada con pocos ingredientes pero que combinan muy bien. 

Si le echais arte a la presentación podéis servirla como primer plato para alguna ocasión especial elegantona. Yo he pelado las peras y luego me he arrepentido. Si le dejáis la piel quedará más vistoso el plato. También podéis elegir lechugas o brotes que luzcan más. Yo tenía iceberg y roble en la nevera así que eso puse. Me ha quedado poco vistosa pero muy rica.

Ni la novela ni la canción con las que marido la ensalada tienen nada que ver con ella, como suele ser ya habitual. 

Como decían en "Canción triste de Hill Street": "Tened mucho cuidado ahí fuera". El coronavirus sigue con nosotros. Nos han soltado porque hay sitio para nosotros en los hospitales, pero nos pueden confinar de nuevo como nos portemos mal. 


        Ingredientes:

  • Ensaladas variadas.
  • Queso azul.
  • Nueces.
  • Peras (en mi caso, Conferencia).
  • Sal.
  • Aceite.
  • Vinagre.

Elaboración:

  1. Lavamos y troceamos las lechugas.
  2. Laminamos las peras, troceamos el queso a dados y partimos las nueces.
  3. Mezclamos y aliñamos al gusto.
 

Un libro:

Roseanna es uno de los últimos libros que he leído. Primera de una serie de 10 novelas protagonizadas por Martin Beck. Sus creadores fueron Maj Sjöwall y Per Wahlöö, un matrimonio de escritores y periodistas suecos. Esta novela la publicaron en 1965.

Por lo visto la obra de estos escritores es un referente del género policiaco y ha contribuído a que la novela negra sueca sea tan famosa.

Los casos de las novelas están basados en hechos reales y los autores se preocuparon de ser rigurosos en el desarrollo de la investigación y también quisieron reflejar la realidad de la sociedad sueca.

La novela creo que no ha envejecido mal.  Se nota el paso del tiempo porque carecen de toda la tecnología de la que disponemos hoy y porque no existe la confidencialidad médica. Que un médico proporcione el historial de un paciente sin su consentimiento es inconcebible en nuestros días, afortunadamente, claro. 

"Los acontecimientos se desarrollaron como sigue: hacía buen tiempo, suaves y caprichosas ráfagas de viento y nubes veraniegas avanzaban a la deriva perezosamente. Podían verse algunas personas en el rompeolas y en las laderas del canal. La mayoría tomaba el sol, otras pescaban con caña y dos o tres observaban la draga. El cucharón acababa de zamparse otro bocado de lodo del fondo del Boren y estaba saliendo del agua. El operario, desde su cabina, realizaba las maniobras acostumbradas de forma mecánica, el capataz tomaba café en la cocina del barco y el grumete, con los codos apoyados en la engrasada barandilla, escupía al agua. El cucharón ya casi había salido del agua.

Cuando por fin emergió a la superficie, un hombre en el muelle se levantó y se acercó unos pasos hacia el barco. Agitó los brazos y gritó algo. El grumete se incorporó para oír mejor.

¡Hay alguien en el cucharón! ¡Pare! ¡Hay alguien en el cucharón!

El grumete miró confundido al hombre, luego al cucharón, que en ese momento entraba girando lentamente sobre la bodega de carga para vomitar el contenido. No paraba de chorrear agua sucia cuando el operario detuvo el cucharón justo encima de la bodega. Entonces el grumete vio lo mismo que el hombre del rompeolas. Entre las fauces del cucharón de almeja sobresalía un brazo blanco desnudo.

Los siguientes diez minutos resultaron largos y transparentes. Se tomaron una serie de medidas y desde el muelle alguien repetía una y otra vez:

No hagan nada, no toquen nada, déjenlo todo como está hasta que llegue la policía...

El operario de la excavadora salió y miró todo con detenimiento, luego volvió a su cabina y se sentó en la silla, refugiándose tras la relativa seguridad de sus palancas. Hizo girar la grúa y entreabrió el cucharón. El capataz, el grumete y un pescador entrometido recogieron el cuerpo.

Era una mujer. Quedó tendida boca arriba sobre una lona doblada en el extremo del rompeolas. Alrededor se congregó un grupo de curiosos que la observaban, entre ellos algunos niños que no deberían haber estado allí, pero a nadie se le ocurrió echar. Todos habían presenciado lo mismo y tenían algo en común: jamás olvidarían el aspecto de aquella mujer."

Una canción:
Y de Roseanna a Roxette. 
Roxette ha sido uno de los grupos suecos más famosos de todos los tiempos, con permiso de Abba. Aparecieron en los años 80 y muchas de sus canciones han estado en los puestos más altos de los ranking musicales. 
Me ha costado elegir una canción porque me gustan unas cuantas así que me he decantado por la que los lanzó definitivamente al estrellato.
The Look llevó a Roxette a la fama internacional en 1989 situándose en uno de los "top" de las listas de EEUU.  


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2 comentarios

  1. Qué deliciosa ensalada y qué genial blog. Hablas de música, comida y literatura en un solo post, todo muy completo, felicitaciones. Saludos desde El Blog de Boris Estebitan.

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  2. Hola, Boris. Gracias por tu comentario y me alegra que te guste el blog. Lo tengo un poco abandonado últimamente.
    🙂

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