No os va a dar tiempo de hacer esta tarta para hoy, pero sí para mañana. O mañana hacéis unas tortas de alma que son más tradicionales.
Trabajo esta noche. Creo que es la primera noche de difuntos que me toca. Para suavizar el trabajo he hecho esta tarta . Desde luego nos la vamos a comer bien separaditas unas de otras y luego nos pondremos nuestras mascarillas, que lo que está pasando sí que da miedito.
He hecho la tarta con arándanos y fresas congeladas. Queda muy rica rellena de manzana o de la fruta que queráis.
El azúcar avainillado que utilizo es azúcar blanco que guardo con vainas de vainilla en un tarro.
- 90 g de mantequilla ( yo la uso con sal, si no lleva sal tenéis que ponerle media cucharadita de sal a la masa).
- 150 g de harina normal.
- 1,5 cucharadas de azúcar blanco.
- 1,5 cucharadas de agua helada.
- 200 g de arándanos congelados.
- 200 g de fresas congeladas.
- 2 cucharadas de azúcar.
- Una cucharadita de azúcar vainillado (o el contenido de media vara de vainilla)
- Una cucharada de zumo de limón.
- 10 g de maizena.
- 15 g de mantequilla.
- Las colocaremos en un cuenco y les pondremos el azúcar y el zumo de limón. Removemos bien y dejaremos macerar unas 3 horas. Este tiempo sirve para que la fruta suelte agua y luego no mengüe mucho en el horno.
- Una vez que la fruta han soltado su jugo la colaremos, colocaremos el caldo al fuego en un cazo y le añadiremos la mantequilla. Dejaremos que cueza unos minutos y pondremos la preparación sobre la fruta. Le añadimos la maizena y revolveremos todo con cuidado.
- Colocaremos la harina, el azúcar y la mantequilla en un cuenco y lo uniremos todo poco a poco con los dedos.
- Cuando tengamos una mezcla homogénea y con una consistencia arenosa, le añadiremos las cucharadas de agua fría. Integraremos todo, formaremos una bola, la envolveremos en papel film y dejaremos que repose durante al menos hora y media en la nevera.
- Precalentamos el horno a 190º
- Forraremos una molde para horno con papel vegetal. Yo lo humedezco para que se adapte mejor.
- Extenderemos la masa con un rodillo y la colocaremos en el molde. Normalmente no se pone papel de horno para forrar el molde porque estas tartas se sirven directamente en las fuentes, pero si le ponéis papel la vais a desmoldar con más facilidad y no se romperá tanto al cortarla, porque la masa es quebradiza.
- Colocaremos el relleno de fruta en el molde.
- Estiraremos la otra mitad de la masa y cortaremos figuras que iremos distribuyendo por la superficie de la tarta.
- Pondremos la fuente en la parte de abajo del horno, en la primera altura. Dejaremos cocer la tarta entre 45 y 50 minutos. Cuando se dore la superficie de la tarta le pondremos un papel de horno para que no se queme y seguiremos horneando.
- Dejaremos que se enfríe antes de desmoldarla.
- La tarta queda bastante ácida así que le podéis poner azúcar glass al servirla.
No me puedo creer que todavía no había traído al blog la primera novela de ciencia ficción de la historia.
Mary Shelley fue una escritora británica que tuvo una vida bastante terrorífica. Perdió a tres hijos, enviudó y ella misma falleció joven por un tumor cerebral. La conocemos principalmente porque escribió "Frankenstein o el moderno Prometeo". Como os digo, fue la primera novela de ciencia ficción. Curioso que fuera una mujer quien inaugurara un género que durante mucho tiempo ha sido considerado masculino.
La novela se publicó en 1818 y trata temas que siguen vigentes, como los límites que tiene que establecer la ciencia por cuestiones morales.
"Para examinar los orígenes de la vida debemos primero conocer la muerte. Me familiaricé con la anatomía, pero esto no era suficiente. Tuve también que observar la descomposición natural y la corrupción del cuerpo humano. Al educarme, mi padre se había esforzado para que no me atemorizaran los horrores sobrenaturales. No recuerdo haber temblado ante relatos de supersticiones o temido la aparición de espíritus. La oscuridad no me afectaba la imaginación, y los cementerios no eran para mí otra cosa que el lugar donde yacían los cuerpos desprovistos de vida, que tras poseer fuerza y belleza ahora eran pasto de los gusanos. Ahora me veía obligado a investigar el curso y el proceso de esta descomposición y a pasar días y noches en osarios y panteones. Los objetos que más repugnan a la delicadeza de los sentimientos humanos atraían toda mi atención. Vi cómo se marchitaba y acababa por perderse la belleza; cómo la corrupción de la muerte reemplazaba la mejilla encendida; cómo los prodigios del ojo y del cerebro eran la herencia del gusano. Me detuve a examinar v analizar todas las minucias que componen el origen, demostradas en la transformación de lo vivo en lo muerto y de lo muerto en lo vivo. De pronto, una luz surgió de entre estas tinieblas; una luz tan brillante y asombrosa, y a la vez tan sencilla, que, si bien me cegaba con las perspectivas que abría, me sorprendió que fuera yo, de entre todos los genios que habían dedicado sus esfuerzos a la misma ciencia, el destinado a descubrir tan extraordinario secreto.
Recuerde que no narro las fantasías de un iluminado; lo que digo es tan cierto como que el sol brilla en el cielo. Quizá algún milagro hubiera podido producir esto, mas las etapas de mi investigación eran claras y verosímiles. Tras noches y días de increíble labor y fatiga, conseguí descubrir el origen de la generación y la vida; es más, yo mismo estaba capacitado para infundir vida en la materia inerte."
Una película:
Frankenweenie (2012) es una película de Tim Burton que parodia y homenajea la película de Frankenstein de 1931. También homenajéa la novela de Shelley y clásicos del cine como Godzillz y Drácula. Está basada en un corto de Tim Burton.
Es una película en blanco y negro. El protagonista, Víctor, es un niño al que se le muere su perro y mediante electricidad consigue hacerlo resucitar.
Tenéis que verla. Es muy chula. Miedo, no sé, pero un llorico sí os echaréis.