Tarta tiramisú
marzo 09, 2016
Para hoy he hecho una variación sobre el clásico Tiramisú. Los ingredientes son similares, pero en lugar de utilizar cacao en polvo entre las capas de crema y en la superficie, he añadido a la crema chocolate de cobertura. Se parece mucho al Tiramisú de avellanas que hice otro día, pero la presentación es un poco más formal.
He hecho un bizcocho genovés básico. Es una base para tartas que no lleva levadura. La única complicación es montar las claras a punto de nieve muy firme.
Con las cantidades que propongo sale una tarta muy pequeña, para 6 personas con buen apetito o para 8 raciones no muy grandes.
Ingredientes: Para 6/8 personas. Un molde de 20 x 16 cm.
50 g de harina.
60 g de azúcar blanquilla.
2 huevos tamaño L.
Media cucharadita de esencia de vainilla.
Mantequilla y harina para untar y enharinar el molde.
Crema:
Para adornar:
100 g de chocolate de cobertura 70%.
Elaboración:
Bizcocho:
- Precalentaremos el horno a 180º.
- Montaremos las claras a punto de nieve muy fuerte con la mitad del azúcar.
- Batiremos con varillas las yemas con el resto del azúcar hasta que blanqueen y doblen el volumen. Añadiremos la vainilla en el último momento.
- Agregaremos las claras montadas a la crema de las yemas con ayuda de una espátula y movimientos envolventes.
- Tamizaremos la harina dos veces y la incorporaremos suavemente y con movimientos envolventes en la preparación anterior hasta que esté bien integrada.
- Enmantequillaremos el molde y le espolvorearemos harina. En el fondo colocaremos papel de hornear.
- Pondremos el molde a media altura en el horno y lo coceremos durante unos 20 minutos a 180º con aire y resistencia inferior. A los 15 minutos pincharemos con un palillo para ver si está hecho, y así haremos cada 5 minutos hasta que el palillo salga limpio.
Crema:
- Batimos las yemas con la mitad del azúcar hasta que blanqueen y crezcan casi tres veces su tamaño. Añadiremos el queso y seguiremos batiendo hasta integrarlo.
- Agregaremos el chocolate fundido y lo uniremos con una espátula.
- Montaremos las claras a punto de nieve fuerte con el azúcar que queda.
- Unimos las dos preparaciones con una espátula y movimientos envolventes, iremos con mucho cuidado para que no se bajen las claras. Tiene que quedar bien homogeneizado.
Chocolate para la decoración de la tarta:
- Fundimos el chocolate y lo extendemos sobre papel de hornear en una capa fina con ayuda de un cuchillo o paleta.
- Dejaremos que se enfríe completamente a temperatura ambiente o en la nevera.
- Una vez que esté bien frío, lo cortaremos en trocitos.
Montaje:
- Cortaremos el bizcocho por la mitad.
- Humederecemos la parte de abajo del bizcocho con el café azucarado. Colocaremos encima la mitad de la crema.
- Pondremos la otra capa de bizcocho, la remojamos y extendemos el resto de a crema en la superficie y en los lados.
- Pegaremos en la parte superior de la tarta el chocolate troceado.
Un libro:
Como el tiramisú es de origen italiano, os propongo una novela negra escrita por Andrea Camilleri que es el padre del comisario Salvo Montalbano. Este personaje siciliano es un ávido lector, le gusta hacer fotografías, aprecia el arte, es un amante del buen comer, tiene un carácter algo melancólico, es inteligente e irónico y además es un policía justo y honesto que a veces tiene que saltarse un poco las leyes para impartir justicia. En fin, que se me ha metido en el bote.
La primera novela de la serie del comisario Montalbano se titula "La forma del agua". No es posible poner un párrafo en el que se describa al comisario porque Camilleri nos va a perfilar a su personaje a partir de lo que hace, dice y piensa. También a partir de lo que opinan de él las personas con las que se relaciona.
No sé yo si a Montalbano le gustaría el Tiramisú, no lo veo yo muy de dulces, le va más la comida contundente.
Una canción:
Como el tiramisú es de origen italiano, os propongo una novela negra escrita por Andrea Camilleri que es el padre del comisario Salvo Montalbano. Este personaje siciliano es un ávido lector, le gusta hacer fotografías, aprecia el arte, es un amante del buen comer, tiene un carácter algo melancólico, es inteligente e irónico y además es un policía justo y honesto que a veces tiene que saltarse un poco las leyes para impartir justicia. En fin, que se me ha metido en el bote.
La primera novela de la serie del comisario Montalbano se titula "La forma del agua". No es posible poner un párrafo en el que se describa al comisario porque Camilleri nos va a perfilar a su personaje a partir de lo que hace, dice y piensa. También a partir de lo que opinan de él las personas con las que se relaciona.
No sé yo si a Montalbano le gustaría el Tiramisú, no lo veo yo muy de dulces, le va más la comida contundente.
"Se dirigieron a la comisaría del pueblo. La idea de acudir a los carabineros ni se les pasó por la antesala del cerebro, pues los mandaba un teniente milanés. en cambio el comisario era de Catania, se llamaba Salvo Montalbano y, cuando quería entender una cosa, la entendía(...)"
"El comisario encendió un cigarrillo y se volvió para contemplar la fábrica de productos químicos. Aquellas ruinas lo fascinaban. Decidió volver un día, hacer unas fotos y enviárselas a Livia para explicarle, por medio de aquellas imágenes, ciertas cosas de sí mismo y de su tierra que ella todavía no lograba comprender. (...)"
Esta asociación ha sido medio por los pelos. Como no se me ocurría nada he pensado en el agua, por lo del título de la novela, pero leyendo la letra de la canción creo que a Montalbano no le va mal porque también necesita amor el hombre.
Ahí os dejo "Water of love" de mis muy queridos Dire Straits. Esta canción, escrita por Mark Knopfler, apareció en el álbum con el que debutó el grupo en 1978.
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