Brownie de nueces

mayo 20, 2014

La traducción literal de "Brownie" es "marroncito. Debe este nombre a su color pero, al contrario de lo que podría parecer, no es debido al chocolate con el que está hecho porque los primeros brownies no llevaban este ingrediente. 

Una de las leyendas más extendidas sobre la creación de este dulce es que un ama de casa estaba haciendo un bizcocho de chocolate pero se olvidó de ponerle levadura y le salió un pastel plano. Esta teoría se publicó en 1912, seis años después de que apareciera la primera referencia a este pastelillo en un libro de cocina escrito por Fannie Merritt Farmer. Esta señora era una famosa cocinera de Estados Unidos que tenía una escuela de cocina. Se cuenta que adaptó su receta de galletas de chocolate para hacerla en un molde rectangular. Como he puesto al principio, la receta no llevaba chocolate, su composición era de mantequilla, azúcar, melaza, huevo, harina y nueces. Por lo tanto, la receta que ha llegado a nuestros días es una evolución del dulce original.

Sea cual sea el verdadero origen, lo cierto es que el Brownie clásico no lleva levadura ni otro tipo de impulsor, ni siquiera aire, y por eso hay que elaborarlo con una varilla manual. 

Me ha costado dar con una buena receta. Unas veces me quedaba una especie de bizcocho, otras quedaba demasiado líquido, y en la mayoría de los casos el resultado era un mix: seco por los bordes y líquido por el centro. El Brownie perfecto tiene que quedar seco en la superficie, incluso crujiente y algo agrietado, y muy húmedo por dentro pero no líquido.

La receta que voy a poner es para un molde Pirex de 20 cm x 28 cm. Si variáis las cantidades y el molde, tendréis que adaptar el tiempo de cocción.

Lo podéis hacer con antelación y guardarlo en la nevera, pero como está más rico es un poco templado y con una bola de vailnilla. 


Ingredientes: 
- 200 g de chocolate negro 70% para postres Valor.
- 110 g de mantequilla.
- 3 huevos L.
- 100 g de nueces a trozos (las metí un rato al horno para que se quedaran un poco más crujientes, pero no es necesario).
- 180 g de azúcar blanco (puede ser moreno).
- 120 g de harina.
- 1 cucharadilla de extracto de vainilla.
- 1 pizca de sal.

Elaboración:

  1. Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
  2. Fundiremos el chocolate con la mantequilla al baño María o en el microondas. Si lo hacemos en este último tendremos que sacarlo cada pocos segundos para ver cómo va y que no se nos queme.
  3. Mezclaremos la mantequilla con el chocolate con ayuda de una lengua de cocina.
  4. Añadiremos el azúcar, lo mezclamos con unas varillas manuales.
  5. Agregamos la vainilla y los huevos uno a uno. 
  6. Por último, agregaremos la harina y las nueces y las mezclaremos hasta que esté homogénea la crema resultante. 
  7. Colocaremos papel de horno en el molde que vayamos a utilizar y verteremos la preparación. 
  8. Yo pongo la fuente a media altura durante 35 minutos. Pero puede variar con otros hornos. Al pinchar con un palillo no tiene que salir líquido el chocolate pero tiene que estar un poco manchado.
  9. Cuando lo saquemos del horno lo sacaremos del molde tirando del papel que hemos usado para cocinarlo y dejaremos enfriar el brownie sobre una rejilla.. 



Un libro.
Una de mis autoras actuales preferida es norteamericana, como los brownies.

Louise Erdrich tiene antepasados de origen europeo y de nativos americanos. Sus novelas beben de estos orígenes.

De momento he leído dos novelas suyas, pero ya os digo que van a caer todas las que se hayan publiado en castellano. Y además la que os recomiendo hoy la quiero releer.

Mi primer contacto con L. Erdrich fue "Plaga de palomas". Es la primera novela de una trilogía. Es una novela independiente, pero comparte personajes y universo con otras dos.

No os voy a engañar. Es una novela compleja y durísima, pero merece mucho la pena el esfuerzo de leerla porque es una maravilla tanto en la estructura como en la construcción de los personajes y el estilo.

Es difícil soltar la novela después de un primer párrafo tan potente.

 El arma se encasquilló en el último disparo y el bebé permaneció de pie, agarrado al borde de la cuna, berreando con los ojos desorbitados. El hombre se sentó en una butaca tapizada y empezó a desmontar el arma intentando averiguar por qué no había disparado. El llanto del niño le sacaba de qui­cio. Dejó el arma y miró a su alrededor en busca de un mar­tillo; en su lugar descubrió un gramófono. Se acercó. Ya había un disco en el plato, de modo que dio vueltas a la manivela y bajó la aguja. Regresó a su butaca y reanudó el trabajo mientras la música inundaba la habitación. El bebé se calmó. Un celestial solo de violín a la mitad del disco hizo que el hombre se detuviese, con las piezas del arma entre las manos. Cuando la música acabó, se levantó, volvió a  darle cuerda al gramófono y puso de nuevo el disco. Repitió aquella operación tres veces. El niño se durmió. El hombre reparó el arma y la bala se deslizó suavemente en la recámara. Lo comprobó varias veces, se levantó y se acercó a la cuna. El vio­lín alcanzó un crescendo de una extraña armonía. Alzó el arma. El olor a sangre fresca impregnaba la habitación ­cerrada.


Una canción:
A mitad de los años 90 se puso de moda un disco con estilo New age que mezclaba voces y percusiones de nativos americanos con sintetizadores, instrumentos de viento y cuerda. El disco se nos vendió haciendo hincapié en que lo importante eran las voces recuperadas, la espiritualidad que trasmitían y que parte de los beneficios iban a parar a organizaciones de apoyo a pueblos indígenas.

La realidad y por lo que este disco del que hablo fue muy polémico es que sus creadores, tres alemanes, se forraron pero a base de bien. Los donativos, siendo positivo, es posible que fueran otra estrategia de márquetin.

A pesar de lo polémico y lucrativo del disco, lo cierto es que a mí me pareció y me sigue pareciendo estupendo. Sigue emocionándome alguno de los temas del álbum. 

Estoy hablando de "Sacred Spirit. Cantos y danzas de nativos americanos", un proyecto musical de Claus Zundel, Ralf Hamm y Markus Staad publicado 1994. 

El primer sencillo que se lanzó fue Yeha-Noha (Deseos de felicidad y prosperidad) y nos encantó tanto a mí como a muchísimas personas.





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