Magdalenas de requesón y frambuesa
mayo 01, 2016
Gracias a la propuesta de Recetario mañoso de este trimestre estoy descubriendo usos para el requesón que no se me habían ocurrido. Os voy a dejar unas magdalenas que son fruto de un par de experimentos.
Después de un intento fallido, creo que esta vez he dado con una buena combinación de ingredientes y condiciones de horneado y me han quedado unas magdalenas bien chulas con su buen copete y que están ricas, ricas. La inspiración la he tomado de unas magdalenas de nata de un blog que sigo. He cambiado bastante la receta, pero la base la he mantenido.
A estas magdalenas les he añadido mermelada de frambuesas y si os decidís a hacerlas así os tengo que hacer un par de advertencias. Si colocáis la mermelada en la superficie de la masa y no la tapáis os va a quedar un agujero bastante feo con la mermelada. Si hacéis como yo y ponéis un poco de mermelada dentro de la masa tenéis que saber que si está muy superficial o ponéis mucha cantidad se os puede derramar algo de la mermelada porque hierve y rebosa. Así es que mi consejo es que coloquéis la mermelada a media altura dentro de la masa, de esta forma, si se abre la magdalena, la mermelada que sube a la superficie queda bien y no se sale demasiado, y si la magdalena no se abre, la mermelada quedará en el medio y os la encontraréis al morderla. A mí me gustan de las dos formas.
Ingredientes: Para unas 24 magdalenas (aunque depende de cuánto las llenéis).
- 350 de harina de pastelería
- 200 g requesón.
- 250 g de azúcar blanquilla más un poco para la superficie de las magdalenas.
- 125 ml de aceite de girasol.
- 3 huevos grandes.
- 1 cucharada de mermelada de frambuesa más media cucharadita para cada magdalena. Si preferís no ponerle mermelada, aromatizad la masa con una cucharadita de vainilla o con la ralladura de un limón.
- 16 g de levadura química (un sobre de Royal).
Elaboración:
- Precalentaremos el horno a 200º C con la resistencia de arriba y de abajo.
- Batiremos muy bien los huevos con el azúcar hasta que blanqueen e incorporaremos seguidamente el aceite poco a poco mientras seguimos batiendo. Uno de los secretos para que las magdalenas salgan con "copete" es meter bastante aire en la masa. Si tenéis una batidora de varillas, mejor.
- Agregaremos el requesón y una cucharada colmada de mermelada y lo integraremos todo bien.
- Añadiremos la harina tamizada junto a la levadura y removeremos hasta que sea una masa homogénea.
- Dispondremos las cápsulas en una bandeja de hornear magdalenas o en moldes de silicona. Es importante que no pongáis las cápsulas directamente en una bandeja porque se os derramará el contenido.
- Llenaremos las cápsulas hasta más o menos un tercio de su capacidad, agregaremos media cucharadita de mermelada en el centro y cubriremos con masa hasta completar algo más de la mitad del molde.
- Añadiremos un poco de azúcar en la superficie de la magdalena justo antes de meterlas al horno.
- Una vez en el horno, bajaremos la temperatura a 180º C con resistencia de abajo y aire durante 20 minutos. Os tienen que quedar doradas. Aviso para navegantes: no abráis el horno mientras cocéis las magdalenas porque, si han subido y no están hechas todavía, se os van a hundir en el centro.
Un libro:
El libro con el que voy a maridar estas magdalenas fue escrito por Oscar Wilde en 1895 y es una divertida obra de teatro, una comedia de enredo. El título original es "The importance of being Earnest". Es un juego de palabras que en la traducción española se perdió. Aquí lo tradujeron como "La imporancia de llamarse Ernesto", pero debería haberse titulado algo así como "La importancia de ser Honesto", jugando con el nombre y el adjetivo.
Bueno, os preguntaréis a qué viene eso de maridar esta obra con las magdalenas. Pues resulta que en el texto original inglés hay una escena en la que uno de los protagonistas come muffins. En las traducciones al castellano que he mirado lo traducen como "pastas" o "pastelillos". En la versión original de la película que os propondré a continuación están comiendo muffins, pero aquí lo han traducido como tostadas. Y en una versión de "Estudio 1", aquel programa de teatro que ponían hace mil años en RTVE, lo que comen son buñuelos. Ya veis, hay para todos los gustos.
" JACK. -No me explico cómo puedes estar ahí sentado, comiendo tranquilamente magdalenas cuando nos encontramos en un apuro tan terrible como éste. Me pareces completamente inhumano.
ALGERNON. -Si es que no puedo comer magdalenas con el ánimo agitado. Me mancharía los puños de manteca con toda seguridad. Hay que estar siempre muy tranquilo para comer magdalenas. Es la única manera de comerlas.
JACK. -Te digo que es inhumano comer magdalenas de cualquier manera en las circunstancias actuales.
ALGERNON. -Cuando tengo algún apuro, lo único que me consuela es comer. En efecto, cuando tengo un verdadero apuro gordo, todos los que me conocen íntimamente podrán decirte que me niego a todo, menos a comer y a beber. En este momento estoy comiendo magdalenas porque soy desgraciado. Y además que me gustan especialmente las magdalenas. (Se levanta.)"
Una película:
Como he dicho en el apartado del libro, os voy a proponer una adaptación al cine de la obra de Wilde. "La importancia de llamarse Ernesto" que se estrenó en 2002 fue dirigida por Oliver Parker y protagonizada por Colin Firth y Rupert Everett. Las interpretaciones son muy buenas.
4 comentarios
Que ricas se ven estas magdalenas, nos gusta mucho que las hayas preparado pensando en el Mañoso, bsssssss.
ResponderEliminarQue ricas se ven estas magdalenas, nos gusta mucho que las hayas preparado pensando en el Mañoso, bsssssss.
ResponderEliminarQuerida M.Ángeles me ha gustado el uso que le has dado al requesón, tomaré nota. Yo las he hecho con nata o con yogur pero tengo que probarlas con requesón porque seguro que le da un sabor y textura diferente.
ResponderEliminarUna magnífica aportación al Mañoso.
Un beso y mil gracias.
Muchas gracias a vosotras :)
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