Bollos de canela suecos (Kanelbullar)
noviembre 15, 2016
Los llaman bollos de canela, Kenelbullar en sueco, pero también saben mucho a cardamomo. Cuando los haces, además del calorcito que suelta el horno, inundas la cocina de olor especiado, un olor que hace la casa más acogedora...bueno, eso es lo que opinan algunos suecos que aparecen en el reportaje que me ha decidido a hacerlos.
Los Kanelbullar son uno de los dulces más típicos de Suecia y los llevan elaborando desde principios del siglo pasado. El reportaje que comento está hecho en una cafetería de la ciudad de Umea en Suecia. La cafetería se llama Nya Konditoriet y es famosa, además de unos kanerbullar con club de fans, porque Stieg Larsson era cliente habitual.
Aunque la receta que utilizo es del blog MJ, le he dado el peso y la forma de la cafetería Nya Konditoriet que debe ser la más tradicional. La masa hay que trabajarla bastante porque tiene que quedar lisa y elástica. Yo he usado una amasadora manual (la única que tengo) pero lo ideal sería un robot de cocina o una amasadora grande. He hecho algunos cambios respecto a la receta original. Les he puesto la mitad de cardamomo del que proponen. Yo tengo cardamomo en semillas y lo he tenido que moler. El aroma y el sabor es tan intenso que no me he atrevido a poner todo el que sugerían, y desde luego no me arrepiento porque aún así predomina este sabor sobre la canela.
Dejad que pasen al menos un par de horas antes de que os comáis los bollos porque el sabor es más intenso. Podéis conservaros en una lata de metal tranquilamente un par de días porque, aunque la textura cambia un poco, siguen estando buenos. También se pueden congelar.
Están muy ricos acompañados de leche con café o cacao.
Ingredientes:
Para 23 rollos de unos 60 g.
Masa de los bollos:
Una canción:
Para 23 rollos de unos 60 g.
Masa de los bollos:
- 750 g de harina de todo uso.
- 100 g de azúcar blanquilla.
- 120 g de mantequilla.
- 35 g de levadura fresca de panadero.
- 300 ml de leche.
- 1 cucharadita de sal.
- 1/2 cucharadita de cardamomo molido.
- 1 huevo grande.
- 140 g de mantequilla,
- 50 g de azúcar (ponedle más si os gustan dulces porque no lo son en exceso).
- 2 cucharadas soperas de canela molida.
Decoración:
- 1 huevo.
- 2 cucharadas de agua.
- Azúcar perlado.
Elaboración:
Precalentar el horno a 50º para utilizarlo en el levado de la masa.
Precalentar el horno a 50º para utilizarlo en el levado de la masa.
- Derretiremos la mantequilla en el microondas, le añadiremos la leche un poco tibia y, con ayuda de los dedos, disolveremos la levadura.
- Tamizaremos la harina, la colocaremos en un cuenco grandote, haremos un hueco en el centro y añadiremos el azúcar, la sal, el cardamomo, el huevo batido y el preparado en el que tenemos disuelta la levadura.
- Amasaremos hasta que la masa se separe de los bordes del cuenco y quede elástica (para saber si está bien amasada hay que comprobarlo con la prueba del gluten).
- Taparemos la masa con un paño de cocina y dejaremos que repose en un lugar cálido (el interior del horno que habremos calentado un poco (menos de 50ºC). Tiene que doblar el tamaño. Aproximadamente ocurrirá en una hora.
- Fundiremos la mantequilla para el relleno y disolveremos en ella la canela y el azúcar. Dejaremos que se enfríe hasta que tenga una consistencia de pomada.
- Dividiremos la masa en dos partes para hacerla más manejable.
- Precalentaremos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
- Espolvorearemos la mesa con harina, colocaremos la masa encima y la estiraremos con un rodillo dándole forma rectangular de unos 3 mm de grosor.
- Untaremos la mantequilla con la canela y el azúcar por toda la superficie de la masa.
- Doblaremos la masa por la mitad y volveremos a estirar la masa.
- Con ayuda de un cortapasta cortaremos tiras de masa de 1,5 cm de ancho.
- Repetimos el proceso con la otra mitad de masa.
- Formaremos el bollo enrollando la masa como si fuera un ovillo de lana poniendo una tira sobre otra hasta que pese unos 90 g. (alguna tira puede que la tengáis que partir en dos).
- Dejaremos los bollos sobre una bandeja de horno a la que le habremos colocado papel de cocina, y lo aplastaremos un poco.
- Pintaremos la superficie con la mezcla de huevo batido y agua y los adornaremos con azúcar perlado.
- Hornearemos durante 15 minutos a 200ºC calor arriba y abajo sin aire.
- Dejaremos que se enfríen los bollos sobre una rejilla.
Una novela:
Aparte de clásicos como Ágatha Christie y Arthur Conan Doyle, yo no había leído prácticamente ninguna novela negra hasta que cayó, mejor dicho, hasta que mi hermana puso en mis manos "Los hombres que no amaban a las mujeres". Esta novela fue un bombazo mundial. Además de estar bien escrita, ser completamente adictiva, tener un personaje femenino fantástico y denunciar el maltrato sobre las mujeres, tristemente contribuyó a su fama el hecho de que Stieg Larsson falleciera poco antes de su publicación.
El aspecto de Lisbeth Salander es el de una punk extrema con piercings por todos los lados y con un gran dragón tatuado en la espalda. Bebe y fuma mucho, es bisexual, una gran investigadora pricada y magnífica hacker.
"A Armanskij le costaba hacerse a la idea de que si investigadora estrella fuera una chica pálida de una delgadez anoréxica, pelo cortado al cepillo y piercings en la nariz y en las cejas. En el cuello llevaba tatuada una abeja de dos centímetros de largo. También se había hecho dos brazaletes: uno en el bíceps izquierdo y otro en el tobillo. Además, al verla en camiseta de tirantes, Armanskij había podido apreciar que en el omóplato lucía un gran tatuaje con la figura de un dragón. Lisbeth era pelirroja, pero se había teñido de negro azabache. Solía dar la impresión de que se había levantado tras haber pasado una semana de orgía con una banda de heavy metal.
En realidad, no tenía problemas de anorexia; de eso estaba convencido Armanskij, Al contrario: parecía consumir toda la comida basura imaginable. Simplemente había nacido delgada, con una delicada estructura ósea que le daba un aspecto de niña esbelta de manos finas, los tobillos delgados y unos pechos apenas se adivinaban bajo su ropa. Tenía veinticuatro, pero aparentaba catorce."
Como los Kanelbullar son un icono sueco, voy a poner un grupo también icónico de aquel país. Por supuesto estoy hablando de los muy suequísimos Abba.
Me ha costado decidirme por una canción porque, para qué nos vamos a engañar, aunque yo nunca incluiría a este grupo como uno de mis favoritos, muchas de sus canciones forman parte de mi infancia y me gustan. Así que, después de hacer un tour por sus grandes éxitos, he elegido una canción que me parece bastante chula y no es de las más oídas. Se trata de "The winner takes it all" que apareció en el disco "Super Trouper" de 1980.
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