Berenjenas rellenas de champiñones

octubre 25, 2023

Este año he comido más berenjenas que en toda mi vida.

Mi padre lleva dos años plantando en su huerto unas berenjenas de color blanco y son, además de ricas, muy productivas.

Las he comido junto con otras verduras en vinagreta, rellenas de carne y cubiertas con bechamel o solas con una salsa de tahini, yogur y limón. 

La receta de hoy es bastante ligera, pero si os apetece más contundente podéis añadirle bechamel o puré de patata con un poco de queso antes de gratinarlas. Yo las he acompañado con puré de patata  y estaban muy buenas.



Ingredientes:

Para 2 personas:

  • 3 berenjenas no muy grandes.
  • 8 champiñones Portobello.
  • 2 dientes de ajo.
  • Un poco de perejil.
  • Aceite de oliva.
  • Sal y pimienta. 
  • Queso manchego.

Elaboración:

Podéis hacer las berenjenas al horno o cocidas. Hoy las he hecho cocidas. Me gustan así porque queda la piel muy blandita y así nos las comemos enteras más a gusto. 

  1. Lavaremos las berenjenas, las partiremos por la mitad y las coceremos en agua con sal 20 minutos. Las incorporaremos al agua cuando esté hirviendo. 
  2. Mientras tanto cortaremos los champiñones en láminas y los ajos a trocitos pequeños. 
  3. Sofreiremos en aceite los ajos y, cuando se doren un poco, agregaremos los champiñones. 
  4. Cuando las berenjenas estén blanditas les quitaremos con cuidado parte de la carne (no mucha para que no se rompan) y la incorporaremos al sofrito. 
  5. Salpimentaremos y añadiremos perejil picado. 
  6. Rellenaremos las berenjenas y les pondremos queso rallado por encima.
  7. Gratinaremos hasta que se funda el queso y se dore.


Un libro:

Las berenjenas se consumen mucho en Israel y también en los países árabes. No precisamente de la forma en que las he cocinado yo, pero me sirve para hacer la asociación de ideas.

Desgraciadamente Israel y Palestina están siempre en conflicto. Ahora, ese conflicto se ha recrudecido debido a un ataque terrorista que Hamás perpetró contra Israel y a la respuesta que Israel ha dado atacando la franja de Gaza.

¿De parte de quien nos ponemos? Por supuesto, no de parte de los terroristas. Pero no se puede aceptar que Israel bombardee Gaza y esté destruyendo barrios enteros llenos de civiles. 

El problema viene de lejos y tiene dificilísima solución.

Hace unos meses leí "Una historia de amor y oscuridad"(2002) del escritor israelí Amos Oz. Es una autobiografía novelada que recoge más de cien años de su historia familiar cuyos orígenes estaban en Europa. El escritor también narra su infancia y adolescencia y de su mano asistimos a la creación del estado de Israel y a los acontecimientos que explican en parte el origen del conflicto con los países árabes. Por supuesto, el punto de vista es el de un judío sionista.

Este libro fue un regalo de cumpleaños que me hizo Shaked, la novia de mi hijo. Es una de mis mejores lecturas de este año. 

El libro empieza así:

"Nací y crecí en un piso muy pequeño, de techos bajos y unos treinta metros cuadrados: mis padres dormía en un sofá cama que ocupaba su habitación casi de pared a pared cuando lo abrían por las noches. Por la mañana temprano plegaban el sofá sobre sí mismo, escondías la ropa de cama en la oscuridad del cajón de abajo, daban la vuelta al colchón, cerraban, empujaban, lo cubrían con una funda gris clara y unos cuantos cojines bordados de estilo oriental, ocultando cualquier rastro de su sueño nocturno. Así pues, su habitación servía de dormitorio, estudio, biblioteca, comedor y salón.

Enfrente de esa habitación estaba mi cuarto, era pequeño y verdoso, y la mitad del espacio estaba ocupado por un armario barrigudo."

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